Y tú ¿Realmente le conoces?

Como hijos de Dios cuantas veces hemos leído su Palabra, muchas,  ¿pero, realmente nos hemos tomado el tiempo para saber qué es lo que Dios quiere decirnos a través de ella?

Alguna vez oí decir que la Biblia es el manual del fabricante y creo que así es, pues Dios fue quien nos creó y nos hizo para gloria suya. “todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice”. Isaías 43:7.

Si Él nos creó, entonces tiene un propósito para cada uno de nosotros, pero, cómo lo sabremos si no leemos y más que leer escudriñar su Palabra. Esto nos lo dejo bien claro nuestro Señor Jesucristo en el Evangelio de Juan 5:39 “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”.

Nuestro Señor nos dejó bien claro cómo debemos de vivir esta vida de hijos de Dios y a cada uno le habla de forma personal, teniendo en cuenta que  la Biblia no es un libro de información sino de formación para los hijos de Dios, no debemos venir a ella con curiosidad o por el simple hecho de cumplir con una lectura,  sino con la expectativa de saber qué quiere Dios hablarnos cada día por medio de su Palabra, para así vivir una vida conforme a su propósito.

¿Pero cuál es su propósito? “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo”. Romanos 8:29   Y esto a través de su Palabra.

Si no lo hacemos así, es como aquel hombre que entra a un cuarto oscuro y se tropieza con todo lo que se encuentra, pero, si este enciende la luz encuentra claridad y ve las cosas tal y como son, así es si escudriñamos su Palabra, Él abrirá nuestro entendimiento para saber cómo vivir de acuerdo a su propósito. Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. Salmo 119:105.

Juan 8: 31 y 32 dice: Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en Él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. ¿Libres de qué? Libres de cualquier situación que estorbe en nuestra vida para cumplir con el propósito por el cual hemos sido creados.

En Juan 17 Jesús le pide al Padre que nos santifique y nos aparte del mal y esto por medio de su Palabra “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.” (17:17).

Como Iglesia somos el cuerpo de Cristo, no somos una organización sino un organismo vivo del cuál somos parte, y como tal estamos  leyendo juntos la  Biblia la Palabra de Dios, reconociendo que ésta tiene todos los nutrientes que nuestro espíritu, alma y cuerpo necesitan para llevar a cabo nuestro propósito:

“Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”. Efesios 4:3

El salmo 133 dice: ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía! En armonía, desarrollando una misma forma de pensar, desarrollando una misma forma de sentir, conociendo todos nuestro propósito, tomando cada uno nuestra función como miembros de un mismo cuerpo. Todo a través de su Palabra.

Leamos todos juntos la Biblia en el año 2016.

                                                                                                                     Y.B.G